Muchas deben saber que por estas
fechas estamos volviendo ahora si o si, a la rutina de verdad, verdad, a la
lonchera el uniforme y las tareas, yo ya llevo 1 año en estas lides, porque mi
chiquitín entro inicialmente a una guardería que me había recomendado una amiga
que tuvo a su niño allí, era pequeña y relativamente los peques iban a jugar, a
pasar el rato y divertirse, mi bebe estaba aún muy pequeño ingreso a maternal,
esto es antes de los 2 años donde están con pañal, tete y cobija, (aclaro no
fue por gusto propio si no porque las condiciones me obligaron a hacerlo pero
eso es otra historia), por ser mi bebe
tan pequeño para él fue más sencilla la
adaptación no lloro como muchos me habían vaticinado, en cambio para mí el 1er día, el 2do, el 3ro y yo creo la
primera semana, si no más, fue una atado de sentimientos de culpa, tristeza,
abandono, en fin, entre el llanto y la angustia a sabiendas de que él estaba en
buenas manos y que allí se iba a sentir bien lo cuidarían como el bebito que era,
le tendría paciencia y afecto, pero como mamás que somos, sabemos muy dentro
que nadie lo hace tan bien la tarea con nuestros hijos como nosotras, entonces
pensar en un extraño es algo a lo que nos vamos acostumbrando y permitiéndole
nuestra confianza. Con el paso de los días me di cuenta que el niño llegaba
bien al jardín y se quedaba a gusto y
cuando lo recogía estaba en una sola fiesta, eso es un buen indicador, nunca le
vi ninguna marca rara o una actitud diferente que me evidenciara maltrato o irresponsabilidad
para con él, además llamaba en la mañana y en la tarde para saber sobre cómo
estaba si había o no comido etc, etc, etc, agradezco a este pequeño lugar por
la paciencia que me tuvieron porque como buena mamá primeriza entendieron mi
intensidad.
El año pasado ya unos meses más
“grande”, cumplidos los 2 añitos decidimos cambiar a mi bebe a un jardín formal
que nos quedaba más cerca y en el que invertiríamos el mismo dinero, allí tendría
más compañeritos de su edad (párvulos) y más actividades dirigidas
especialmente a sus necesidades, esta
vez también vinieron a mí las dudas y los miedos sobre su bienestar, el sentir
que hacia mal al no estar 24/7 con él, la duda sobre su adaptación ya que mi
chiquito era más bien introvertido tímido y llorón con todo el mundo. El 1er
día se quedó un poco desconcertado pero tranquilo, yo me despedí, me gire y de
inmediato me puse a llorar, aunque mi esposo me consoló, me mimo y me alentó
sobre lo bien que bebe iba a estar y me decía que pensara todo era un proceso
normal y que lo tomara con calma. El 2do día mi pequeño también llego tranquilo le había dicho que
iba a estar bien que la pasaría rico y que mamá lo recogería en un ratito, pero
ooooh Dios cuando le dije adiós, no sucedió como el día anterior, empezó a
llorar y me abrazo de pies y manos, él no quería que se fuera su mamá!!! y
ahora qué hago? Los demás niños entraban tranquilos y el único que tenía esa
actitud era mi hijo, hice lo que mi instinto me dicto, lo mime, lo consentí, le
dije que dentro iba a jugar con los niños, las pelotas, el tobogán, estaría
bien con su teacher porque mamá confiaba
en ella y que en unas horas regresaría
por él, que solo era un ratito, cambio la actitud y se dejó llevar en brazos
por su profesora, luego me di media vuelta y a lo que vinimos a llorar!!!
Creo que así duramos 1 semana
todos los días, luego ya fueron 2 días a la semana y luego ya tal vez 1 día
solamente, el proceso tardo aproximadamente 1 mes, pero lo interesante era que
la historia del año anterior se repetía cuando lo recogía en la tarde, lo
encontraba feliz y muchas veces no se
quería regresar conmigo a casa por seguir jugando.
Entonces mis queridas niñas creo
que inevitablemente van a haber días buenos y malos en donde ellos no van a
querer dejar a su mamita, otros en los que les vale cinco y entran corriendo a jugar y a hacer
sus cosas, pero para nosotras el corazón siempre se nos va a quedar ahí con
ellos con nuestras angustias, nuestros miedos,
pero el aliciente es la buena energía y la calma que nos dan las bendiciones que pedimos para ellos en
nuestras oraciones a DIOS cada vez que les soltamos su manita para dejarlos
partir sin nosotras…
Vamos a ver cómo me va este año,
les iré contando, mucha suerte a todas ustedes con la labor.
NATIYA.