30 enero 2013

De regreso a la lonchera...

Muchas deben saber que por estas fechas estamos volviendo ahora si o si, a la rutina de verdad, verdad, a la lonchera el uniforme y las tareas, yo ya llevo 1 año en estas lides, porque mi chiquitín entro inicialmente a una guardería que me había recomendado una amiga que tuvo a su niño allí, era pequeña y relativamente los peques iban a jugar, a pasar el rato y divertirse, mi bebe estaba aún muy pequeño ingreso a maternal, esto es antes de los 2 años donde están con pañal, tete y cobija, (aclaro no fue por gusto propio si no porque las condiciones me obligaron a hacerlo pero eso es otra historia),  por ser mi bebe tan  pequeño para él fue más sencilla la adaptación no lloro como muchos me habían vaticinado, en cambio para  mí el 1er día, el 2do, el 3ro y yo creo la primera semana, si no más, fue una atado de sentimientos de culpa, tristeza, abandono, en fin, entre el llanto y la angustia a sabiendas de que él estaba en buenas manos y que allí se iba a sentir bien lo cuidarían como el bebito que era, le tendría paciencia y afecto, pero como mamás que somos, sabemos muy dentro que nadie lo hace tan bien la tarea con nuestros hijos como nosotras, entonces pensar en un extraño es algo a lo que nos vamos acostumbrando y permitiéndole nuestra confianza. Con el paso de los días me di cuenta que el niño llegaba bien al jardín y  se quedaba a gusto y cuando lo recogía estaba en una sola fiesta, eso es un buen indicador, nunca le vi ninguna marca rara o una actitud diferente que me evidenciara maltrato o irresponsabilidad para con él, además llamaba en la mañana y en la tarde para saber sobre cómo estaba si había o no comido etc, etc, etc, agradezco a este pequeño lugar por la paciencia que me tuvieron porque como buena mamá primeriza entendieron mi intensidad.

El año pasado ya unos meses más “grande”, cumplidos los 2 añitos decidimos cambiar a mi bebe a un jardín formal que nos quedaba más cerca y en el que invertiríamos el mismo dinero,  allí tendría  más compañeritos de su edad (párvulos) y más actividades dirigidas especialmente a sus necesidades,  esta vez también vinieron a mí las dudas y los miedos sobre su bienestar, el sentir que hacia mal al no estar 24/7 con él, la duda sobre su adaptación ya que mi chiquito era más bien introvertido tímido y llorón con todo el mundo. El 1er día se quedó un poco desconcertado pero tranquilo, yo me despedí, me gire y de inmediato me puse a llorar, aunque mi esposo me consoló, me mimo y me alentó sobre lo bien que bebe iba a estar y me decía que pensara todo era un proceso normal y que lo tomara con calma. El 2do día mi pequeño  también llego tranquilo le había dicho que iba a estar bien que la pasaría rico y que mamá lo recogería en un ratito, pero ooooh Dios cuando le dije adiós, no sucedió como el día anterior, empezó a llorar y me abrazo de pies y manos, él no quería que se fuera su mamá!!! y ahora qué hago? Los demás niños entraban tranquilos y el único que tenía esa actitud era mi hijo, hice lo que mi instinto me dicto, lo mime, lo consentí, le dije que dentro iba a jugar con los niños, las pelotas, el tobogán, estaría bien con su teacher  porque mamá confiaba en ella  y que en unas horas regresaría por él, que solo era un ratito, cambio la actitud y se dejó llevar en brazos por su profesora, luego me di media vuelta y a lo que vinimos a llorar!!!

Creo que así duramos 1 semana todos los días, luego ya fueron 2 días a la semana y luego ya tal vez 1 día solamente, el proceso tardo aproximadamente 1 mes, pero lo interesante era que la historia del año anterior se repetía cuando lo recogía en la tarde, lo encontraba feliz  y muchas veces no se quería regresar conmigo a casa por seguir jugando.
Entonces mis queridas niñas creo que inevitablemente van a haber días buenos y malos en donde ellos no van a querer dejar a su mamita, otros en los que les vale  cinco y entran corriendo a jugar y a hacer sus cosas, pero para nosotras el corazón siempre se nos va a quedar ahí con ellos con nuestras angustias, nuestros miedos,   pero el aliciente es la buena energía y la calma que nos  dan las bendiciones que pedimos para ellos en nuestras oraciones a DIOS cada vez que les soltamos su manita para dejarlos partir sin nosotras…
Vamos a ver cómo me va este año, les iré contando, mucha suerte a todas ustedes con la labor. 


NATIYA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario