Mirando mis hijitos pensé en el amor infinito en el que como madres sentimos a cada momento, yo lo llamo “Amor calentico” que por ellos somos capaces de hacer cualquier cosa, superar cualquier miedo, hacer cosas impensables y hasta más.
Pero dejando el romanticismo y haciendo un poco de memoria nos damos cuenta que doloroso es ser mamá, será que por ley siempre debe haber que dolor para ser feliz?
Me remonto a mis días de embarazo en los que los rebotes, las agrieras y los mareos hacían parte de mi día a día (eso es solo era el comienzo en la travesía), luego llegaron las trasnochadas por no saber cómo acomodarme y dormir casi siempre sentada, porque la barriga pesa! Cuando ya se acercaba la hora en los días previos no aguantaba el dolor en la cadera y cada paso era mortal. Lo mejor estaba por venir, las contracciones que por el miedo y la ansiedad se tornaban inaguantables y se olvidaban los rítmicos sopliditos que nos enseñaron en el curso Sicoprofiláctico, todo esto para dar paso al momento interminable del parto cuando sientes que te mueres y vuelves a nacer… cuando odias al progenitor de tu hijo, porque en que momento te dejaste convencer de semejante crueldad para con tu existir donde pretenden pasar una patilla por donde cabe un limón!!!
Luego de ese momento de Ira e intenso dolor, ya estas feliz pues tienes a tu hermoso muñeco(a) en tus brazos y aun con tus entrañas hechas un salpicón estas dispuesta a sonreír, porque claro llegan las visitas a ver al hermoso bebe y a la recién parida que esta con el jopo roto (o la barriguita) pero felizzz.
Después llega la enfermera a decirte que es hora de alimentar a tu pequeño, ya empiezas a ser mamá de verdad!!! te lo pasa y te da las instrucciones básicas de cómo hacer la tarea, en cámara lenta te pasan al bebe y tu muy orgullosa lo tomas en brazos, él por instinto agarra su “presa” y empieza… debo confesarlo “que dolor tan hijuemadre” , él bebe se llena de ansias y coge tu pobre humanidad agobiada y doliente por su cuenta y no nos sale propiamente una sonrisa de satisfacción mezclada con llanto, eso si el más puro porque los sentimientos de alegría están a flor de piel… como se les ocurre a los publicistas poner en los comerciales esa cara de felicidad de las mamás cuando amamantan por primera vez!!! Como se nota que a ellos nos les duele, que no les han puesto a aun bebe ahí en la teta, que uno son sabe ubicarle bien la boquita las primeras veces y que inevitablemente va a pasar dolores.
Y para rematar esta racha llega la hora de evacuar (por así llamarlo) la hermosa comidita de los días anteriores porque somos humanos y toca hacerlo. Ahí deseas no haber nacido, sientes haberte descocido (aunque no sucede tranquilas es puro miedo) y juras no volver a repetir todo esto… si como no… a los dos años o más estas en las mismas para no dejar al nene solo. Porque así de amorosas y fuertes somos las mamas!!!
Buen Fin de semana
GELATINA
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